Autor: Víctor Melchor Batista de la Campa
Edición: 6ª
Resumen: El músculo más fuerte, ágil y flexible del cuerpo humano es la lengua. Escurridiza y móvil como una serpiente, sedes liza, se tuerce y se retuerce encontrando, como el agua, el camino más ligero hacia su destino de palabras. Esta agilidad se debe a que, como la culebra, carece de esqueleto; sus fibras entrelazadas no actúan sobre hueso, sino que coordinan su acción con el aire que traspasa la boca. Así también es la lengua, como por metonimia de nomina mosa la cadena de sonidos que la boca emite y cuya huella a serpentina se traza en las figuras curvilíneas de la escritura.
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